Del Diario de Santa Faustina, 623
“Santísima Trinidad, Dios eterno, te doy gracias por permitirme conocer la grandeza y los diversos grados de gloria a que llegan las almas. ¡Oh, qué diferencia entre un grado y otro! ¡En verdad, sólo Tú eres su juez! Por mí misma, no soy nada; no soy más que un abismo de miseria; pero en ti pongo toda mi confianza, oh Dios mío!”
No hay comentarios:
Publicar un comentario