24 de junio de 2024

Del Diario de Santa Faustina, 592

 

Conocí en el Corazón de Jesús, que para las almas elegidas en el cielo mismo hay otro cielo al que no todos tienen acceso sino solamente las almas elegidas. Una felicidad inconcebible en la que será sumergida el alma. Oh Dios mío, es que no logro describirlo ni siquiera en una mínima parte. Las almas están penetradas por su divinidad, pasan de claridad en claridad, luz inmutable, pero nunca monótona, siempre nueva, y que no cambia nunca. Oh Santa Trinidad, déjate conocer a las almas. 

 


 

 

 

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