9 de abril de 2024

Del Diario de Santa Faustina, 610

 

Después de cada conversación con el Señor mi alma es singularmente fortalecida, una profunda calma reina en mi alma y me hace tan valiente que no temo nada en el mundo; tengo un solo temor, el de entristecer a Jesús.

 

 


 

 

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