Del Diario de Santa Faustina
Padezco sufrimientos en las manos, los pies y el costado, en los lugares que Jesús tenía traspasados. Experimento particularmente estos sufrimientos cuando me encuentro con un alma que no está en el estado de gracia; entonces rezo ardientemente que la Divina Misericordia envuelva a aquella alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario