Del Diario de Santa Faustina, 1114
Hoy sentí la cercanía de mi Madre, la Madre Celestial.
Antes de cada Santa Comunión, ruego fervorosamente a la Madre de Dios que me
ayude a preparar mi alma para la llegada de Su Hijo y siento claramente su protección
sobre mí. Le ruego mucho que se digne incendiar en mi el fuego del amor divino
con el que ardía su puro corazón en el momento de la Encarnación del Verbo de
Dios.!.
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