Del Diario de Santa Fautina, 1710
"Hoy acompañaba a Jesús mientras ascendía al cielo. Pasado el mediodía, se apoderó de mí una grandísima añoranza de Dios. Una cosa extraña, cuanto más sentía la presencia de Dios, tanto más ardientemente lo deseaba. Luego me vi entre una gran multitud de discípulos y apóstoles y la Madre de Dios. Jesús dijo que fueran por el mundo entero y enseñaran en Mi [su] nombre extendió los brazos, los bendijo y desapareció en una nube. Vi la nostalgia de la Santísima Virgen. Su alma añoró a Jesús con toda la fuerza del amor, pero estaba tan tranquila y abandonada a Dios que en su corazón no había ni un solo destello contrario a la voluntad de Dios."
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