Del Diario de Santa Faustina, 1688
"Hoy vi al Señor Jesús crucificado. De la herida de su Corazón caían
perlas preciosas y brillantes. Veía que muchísimas almas recogían estos dones,
pero había allí un alma que estaba más cerca de su Corazón y ella recogía con
gran generosidad no solamente para si, sino también para otros conociendo la
grandeza del don. El Salvador me dijo: He aquí los tesoros de las gracias que
fluyen sobre las almas, pero no todas las almas saben aprovecharse de Mi
generosidad.(Diario 1687)
Hoy el Señor me dijo: Hija Mía, observa Mi Corazón
misericordioso y reproduce su compasión en tu corazón y en tus acciones, de
modo que tú misma, que proclamás al mundo Mi misericordia, seas inflamada por
ella."
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