7 de noviembre de 2023

Del Diario de Santa Faustina, 1101

 

Por la noche oí en el alma estas palabras: "Hija Mía, has de saber que te voy a hablar de modo especial a través de este sacerdote para que no tengas dudas en cuanto a Mis demandas". Ya desde la primera meditación, las palabras de este sacerdote impresionaron mi alma, y fueron las siguientes: no me está permitido oponerme a la voluntad de Dios, ni a los deseos de Dios, cualesquiera que sean; y en
cuanto esté convencida de la certeza y la autenticidad de la voluntad de Dios, deberé cumplirla y de esto nadie me puede dispensar.

 

 


 

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