17 de agosto de 2023

Del Diario  de Santa Faustina, 1154


            Hoy vi el convento de esta nueva Congregación. Una casa amplia y espaciosa, visité cada cuarto uno tras otro; vi que la divina Providencia había provisto cada lugar de todo lo que era necesario. Las personas que Vivian en ese convento por el momento llevaban trajes seglares, pero reinaba el espíritu religioso en toda plenitud y yo organizaba todo según lo deseaba el Señor. De repente fui amonestada por una de nuestras hermanas: ¿Cómo puede usted, hermana, cumplir tales obras? Contesté: No yo, sino el Señor a través de mi y tengo el permiso para todo. Durante la Santa Misa me vino la luz y una profunda comprensión de toda esta obra y en mi alma no quedó ni una sombra de duda.

 

 



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