27 de junio de 2023

Del Diario de Santa Faustina, 475 y 476

ORIGEN DE LA CORONILLA


        Esta oración es un don especial de Dios para nuestros tiempos. Fue Jesús mismo quien se la dictó a Sor Faustina en Vilna, entre los días 13 y 14 de septiembre de 1935. El viernes 13 de septiembre, Sor Faustina se encontraba en su celda cuando tuvo la visión de un ángel que venía a la tierra para castigar al mundo por sus pecados. Cuando ella vio este signo de la ira divina, empezó a pedirle al ángel que se abstuviera por algún tiempo de llevar a cabo sus propósitos, asegurándole que el mundo haría penitencia. Sin embargo, cuando ella se halló ante la majestad de la Santísima Trinidad, no se atrevió ya a repetir esta súplica. No fue hasta que sintió el poder de la gracia de Jesús en su alma, que comenzó a rezar con las palabras de una oración que iba oyendo interiormente. Así lo dejó escrito en su Diario: Cuando así rezaba, vi la impotencia del ángel que no podía cumplir el justo castigo que correspondía por los pecado.


        Al día siguiente, al llegar a la capilla, el Señor Jesús nuevamente le enseñó a recitar esta oración, que hoy llamamos la Coronilla de la Divina Misericordia: Esta oración es para aplacar Mi ira, la rezarás durante nueve días con un rosario común, del modo siguiente: primero rezarás una vez el Padre nuestro y el Ave María y el Credo, después, en las cuentas correspondientes al Padre nuestro, dirás las siguientes palabras: Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero; en las cuentas del Ave María, dirás las siguientes palabras: Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero. Para terminar, dirás tres veces estas palabras: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.

 

 


 

 

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