Del Diario de Santa Faustina, 94
Deseo cansarme, trabajar, anonadarme por nuestra obra de salvación de
las almas inmortales. No importa si estos esfuerzos acortan mi vida, dado que
ella ya no me pertenece, porque es la propiedad de la Congregación. Por la
fidelidad a la Congregación deseo ser útil a toda la Iglesia.
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