Del Diario de Santa Faustina, 877
Oh Jesús, escondido en la Hostia, mi dulce Maestro y fiel Amigo, oh qué feliz es mi alma por tener al amigo que siempre me hace compañía; no me siento sola, a pesar de estar en aislamiento. Oh Jesús Hostia, nos conocemos; esto me basta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario