Del Diario de Santa Faustina, 1742
Bendito seas, oh Dios misericordioso,
Amor eterno,
Tú estás por encima de los cielos, zafiros y firmamentos,
La pura legión de espíritus Te alaba así
Con su himno eterno, tres veces Santo.
Contemplándote cara a cara, oh Dios,
Veo que antes de ellos habrías podido llamar a otras criaturas,
Por eso me postro ante Ti con gran humildad,
Porque veo bien que esta gracia se debe únicamente a la misericordia.

No hay comentarios:
Publicar un comentario