Del Diario de santa Faustina, 1372
Oh Jesús mío, Tu sabes que desde los años más tempranos deseaba ser una gran santa, es decir, deseaba amarte con un amor tan grande como ninguna alma Te amó hasta ahora. Al principio éstos eran mis deseos secretos, de los cuales sabía sólo Jesús. Hoy no los alcanzo contener en el corazón, desearía gritar al mundo entero: Amad a Dios, porque es bueno y su misericordia es grande.
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