Del Diario de Santa Faustina, 1073
El Señor me ha dado a conocer todo el mar y el abismo de su misericordia insondable. Oh, si las almas quisieran comprender cuánto Dios las ama. Todas las comparaciones así sean las más tiernas y las más fuertes son apenas una pálida sombra frente a la realidad.
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