"A las almas que propagan Mi Misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa a su niño recién nacido y a la hora de la muerte nos seré para ellas, el Juez, sino el Salvador Misericordioso". Diario, 1075
Del Diario de Santa Faustina Kowalska, 1107
Depende de nosotros si queremos dar la bienvenida a la gracia de Dios o no, si cooperamos con ella o la desperdiciamos.
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