24 de septiembre de 2022

Del Diario de Santa Faustina, 848

 

Por penitencia el Padre me hizo rezar la coronilla que me enseñó Jesús. Mientras rezaba la coronilla, de repente, oí una voz: "Oh, qué gracias más grandes concederé a las almas que recen esta coronilla; las entrañas de Mi misericordia se enternecen por quienes rezan esta coronilla. ""Anota estas palabras, hija Mía, habla al mundo de Mi misericordia para que toda la humanidad conozca la infinita misericordia Mía. Es una señal de los últimos tiempos, después de ella vendrá el día de la justicia. Todavía queda tiempo, que recurran, pues, a la Fuente de Mi Misericordia, se beneficien de la Sangre y del Agua que brotó para ellos". 

 


 

 

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