Del Diario de Santa Faustina, 1767
Conferencia sobre el sacrificio y la oración.
"Hija Mía, quiero enseñarte a salvar las almas con el sacrificio y la oración. Con la oración y el sacrificio salvarás más almas que un misionero sólo a través de predicas y sermones. Quiero ver en ti una ofrenda de amor vivo, ya que sólo entonces tiene el poder frente a Mí. (..) Por fuera tu sacrificio debe ser: escondido, silencioso, impregnado de amor, saturado de oración. Exijo de ti, hija Mía, que tu sacrificio sea puro y lleno de humildad para que pueda complacerme en él. No te escatimaré Mi gracia para que puedas cumplir lo que exijo de ti".
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