"A las almas que propagan Mi Misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa a su niño recién nacido y a la hora de la muerte nos seré para ellas, el Juez, sino el Salvador Misericordioso". Diario, 1075
Del Diario de Santa Faustina, 848
Mientras es tiempo, acudan a la fuente de mi Misericordia, saquen provecho de la sangre y el agua que han florecido para ellos
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