Del Diario de Santa Faustina Kowalska, 1037
Me veo tan débil que, si no fuera por la santa comunión, caería continuamente. Una sola cosa me apoya, y es la santa comunión. De ella saco la fuerza, en ella está mi apoyo. En los días que no recibo la santa comunión, la vida me asusta; me temo a mí misma. Jesús escondido en la ostia es todo para mí. Del tabernáculo saco fuerza, vigor, coraje, luz; allí en momentos de angustia busco alivio. No sabría darle gloria a Dios, si no tuviera en el corazón la Eucaristía.
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