"A las almas que propagan Mi Misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa a su niño recién nacido y a la hora de la muerte nos seré para ellas, el Juez, sino el Salvador Misericordioso". Diario, 1075
Del Diario de Santa Faustina Kowalska, 1783
No sabemos qué número de almas debemos salvar con nuestras oraciones y sacrificios, por lo que es bueno que siempre oremos por los pecadores.
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