"A las almas que propagan Mi Misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa a su niño recién nacido y a la hora de la muerte nos seré para ellas, el Juez, sino el Salvador Misericordioso". Diario, 1075
Del Diario de Santa Faustina, 85
Soy el Señor en mi esencia y no conozco mandatos ni necesidades. si llamo a las criaturas a la vida, esto es el abismo de mi misericordia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario