Del Diario de Santa Faustina, 533
Al quedarme sola empecé a reflexionar sobre el espíritu de pobreza. Veo claramente que Jesús no poseía nada siendo el Dueño del todas las cosas. El pesebre prestado; camina por la vida haciendo el bien a todos sin tener donde apoyar la cabeza. Y en la cruz veo el colmo de su pobreza, ya que ni siquiera tiene puesta una vestidura.
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