2 de julio de 2021

Diario de Santa Faustina, 190; 3

 

 (...) Delante de los ojos de mi alma todo se presentó como una tempestad sombría, de la que un momento después iban a soltarse rayos, que estaban esperando solamente mi consentimiento. Mi alma quedó espantada durante un momento. (...)

 


 

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