Enseñanza sacada del Diario de Santa Faustina
2 – En la tristeza, la
penumbra y ante las dudas, confiésate
Un día, durante la
meditación matutina, oí esta voz: Yo Mismo soy tu guía, he sido, soy y seré;
pero como Me pediste una ayuda visible, te la he dado. Lo había elegido antes
de que Me lo pidieras, porque esto lo requiere Mi causa. Has de saber que las
faltas que cometes contra él, hieren Mi Corazón; evita especialmente actuar a
tu gusto, que en cada cosa más pequeña haya un sello de la obediencia. (Diario,
362).
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