Del Diario de Santa
Faustina, 1741
"La infinita bondad de Dios en la creación de los
ángeles.Oh Dios, que eres la felicidad en ti Mismo y para esta felicidad no
necesitas a ninguna criatura, ya que eres en Ti Mismo la plenitud del amor,
pero por tu insondable misericordia llamas a las criaturas a la existencia y
las haces participes de Tu felicidad eterna y de Tu eterna vida interior divina
que vives Tu, Único Dios, Trinitario en Personas. En Tu insondable misericordia
has creado los espíritus angélicos y los has admitido a Tu amor, a Tu
familiaridad divina. Los has hecho capaces de amar eternamente; aunque los has
colmado, oh Señor, tan generosamente del resplandor de belleza y de amor, no
obstante no ha disminuido nada Tu plenitud, oh Dios, ni tampoco su belleza y
amor Te han completado a Ti, porque Tu en Ti Mismo eres todo. Y si los has
hecho participes de Tu felicidad y les permites existir y amarte, es únicamente
gracias al abismo de Tu misericordia, a tu bondad insondable por la cual Te
glorifican sin cesar, humillándose a los pies de Tu Majestad y cantando sus
himnos eternos: Santo, Santo, Santo..."
