Diario de Santa Faustina 725
Jesús mío, hoy me retiro al desierto para hablar solo contigo, oh mi Maestro y Señor. Calla la tierra, tú solo me hablas a mí, oh Jesús. Sabes que no entiendo más voz que la tuya, buen pastor. En la morada de mi corazón está el desierto, donde ninguna criatura puede entrar. Tú solo eres rey.