Del Diario de Santa Faustina, 1553
“Ya desde hoy me sumerjo toda en este abismo de Tu misericordia que siempre está abierto para cada alma”
Del Diario de Santa Faustina, 451
Una vez, después de la Santa Comunión, oí estas palabras: Tú eres nuestra morada. En aquel momento sentí en el alma la presencia de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, me sentía el templo de Dios, sentía que era hija del Padre; no se explicar todo, pero el espíritu lo entiende bien. Oh bondad infinita, cuánto Te humillas hasta una miserable criatura