14 de octubre de 2023

Del Diario de Santa Faustina, 603

 

𝐇𝐨𝐲 𝐌𝐞 𝐒𝐞𝐧𝐭í 𝐁𝐚𝐬𝐭𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐁𝐢𝐞𝐧 𝐘 𝐌𝐞 𝐀𝐥𝐞𝐠𝐫é 𝐃𝐞 𝐏𝐨𝐝𝐞𝐫 𝐇𝐚𝐜𝐞𝐫 𝐋𝐚 𝐇𝐨𝐫𝐚 𝐒𝐚𝐧𝐭𝐚. 𝐏𝐞𝐫𝐨 𝐀𝐥 𝐄𝐦𝐩𝐞𝐳𝐚𝐫 𝐋𝐚 𝐇𝐨𝐫𝐚 𝐒𝐚𝐧𝐭𝐚 𝐀𝐮𝐦𝐞𝐧t𝐚𝐫𝐨𝐧 𝐌𝐢𝐬 𝐒𝐮𝐟𝐫𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐅𝐢𝐬𝐢𝐜𝐨𝐬 𝐇𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐄𝐥 𝐏𝐮𝐧𝐭𝐨 𝐐𝐮𝐞 𝐍𝐨 𝐅𝐮𝐢 𝐂𝐚𝐩𝐚𝐳 𝐃𝐞 𝐎𝐫𝐚𝐫 . 𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐋𝐚 𝐇𝐨𝐫𝐚 𝐒𝐚𝐧𝐭𝐚 𝐏𝐚𝐬ó, 𝐂𝐞𝐬𝐚𝐫𝐨𝐧 𝐓𝐚𝐦𝐛𝐢é𝐧 𝐌𝐢𝐬 𝐃𝐨𝐥𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐘 𝐌𝐞 𝐐𝐮𝐞𝐣é 𝐀𝐥 𝐒𝐞ñ𝐨𝐫 𝐃𝐞 𝐐𝐮𝐞 𝐃𝐞𝐬𝐞𝐚𝐛𝐚 𝐌𝐮𝐜𝐡í𝐬𝐢𝐦𝐨 𝐒𝐮𝐦𝐞𝐫𝐠𝐢𝐫𝐦𝐞 𝐄𝐧 𝐒𝐮 𝐀𝐦𝐚𝐫𝐠𝐚 𝐏𝐚𝐬𝐢ó𝐧 y 𝐋𝐨𝐬 𝐒𝐮𝐟𝐫𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐍𝐨 𝐌𝐞 𝐋𝐨 𝐏𝐞𝐫𝐦𝐢𝐭𝐢𝐞𝐫𝐨𝐧. 𝐄𝐧𝐭𝐨𝐧𝐜𝐞𝐬 𝐉𝐞𝐬u𝐬 𝐌𝐞 𝐂𝐨𝐧𝐭𝐞𝐬𝐭ó: 𝐇𝐢𝐣𝐚 𝐌í𝐚, 𝐇𝐚𝐬 𝐃𝐞 𝐒𝐚𝐛𝐞𝐫 𝐐𝐮𝐞 𝐒𝐢 𝐓𝐞 𝐏𝐞𝐫𝐦𝐢𝐭𝐨 𝐄𝐱𝐩𝐞𝐫𝐢𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚𝐫 𝐘 𝐂𝐨𝐧𝐨𝐜𝐞𝐫 𝐌á𝐬 𝐏𝐫𝐨𝐟𝐮𝐧𝐝𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐌𝐢𝐬 𝐒𝐮𝐟𝐫𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬, 𝐄𝐬 𝐌𝐢 𝐆𝐫𝐚𝐜𝐢𝐚; 𝐏𝐞𝐫𝐨 𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐄𝐱𝐩𝐞𝐫𝐢𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚𝐬 𝐔𝐧 𝐎𝐟𝐮𝐬𝐜𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐃𝐞 𝐋𝐚 𝐌𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐘 𝐓𝐮𝐬 𝐒𝐮𝐟𝐫𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐒𝐨𝐧 𝐆𝐫𝐚𝐧𝐝𝐞𝐬 , 𝐄𝐧𝐭𝐨𝐧𝐜𝐞𝐬 𝐏𝐚𝐫𝐭𝐢𝐜𝐢𝐩𝐚𝐬 𝐀𝐜𝐭𝐢𝐯𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐄𝐧 𝐌𝐢 𝐏𝐚𝐬ió𝐧 y 𝐓𝐞 𝐇𝐚𝐠𝐨 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐒𝐞𝐦𝐞𝐣𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐀 𝐌í .

𝐓𝐮 𝐃𝐞𝐛𝐞𝐫 es 𝐒𝐨𝐦𝐞𝐭𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐀 𝐌𝐢 𝐕𝐨𝐥𝐮𝐧𝐭𝐚𝐝 𝐌á𝐬 𝐄𝐧 𝐄𝐬𝐨𝐬 𝐌𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐐𝐮𝐞 𝐄𝐧 𝐂𝐮𝐚𝐥𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫 o𝐭𝐫𝐨

  




 

13 de octubre de 2023

DEL DIARIO DE SANTA FAUSTINA, 140


        El amor puro es capaz de grandes empresas y no lo destruyen ni las dificultades ni las contrariedades, si el amor [es] fuerte [a pesar] de grandes dificultades, también es perseverante en la vida cotidiana, gris, monótona. Sabe que para agradar a Dios, una cosa es necesaria, es decir hacer las cosas más pequeñas con gran amor, amor y siempre amor. 

 


 

 


 

12 de octubre de 2023

Del Diario de Santa Faustina, 367

 

“Mi Corazón está colmado de gran misericordia para las almas y especialmente para los pobres pecadores. Oh, si pudieran comprender que Yo soy para ellas el mejor Padre, que ellas de Mi Corazón ha brotado Sangre y Agua como de una fuente desbordante de misericordia; para ellas vivo en el tabernáculo; como Rey de Misericordia deseo colmar las almas de gracias, pero no quieren aceptarlas (...) Oh, qué grande es la indiferencia de las almas por tanta bondad, por tantas pruebas de amor (...) Tienen tiempo para todo, solamente no tienen tiempo para venir a Mí a tomar las gracias”.

 


 

 


 

11 de octubre de 2023

Del Diario de Santa Faustina, 1052

 

Oh Jesús mío, Te ruego por toda la Iglesia: concédele amor y luz de Tu Espíritu, da poder a las palabras de los sacerdotes para que los corazones endurecidos se ablanden y vuelvan a Ti, Señor. Señor, danos sacerdotes santos; Tu Mismo consérvalos en la santidad. Oh Divino y Sumo sacerdote, que el poder de Tu misericordia los acompañe en todas partes y los proteja de las trampas y asechanzas del demonio, que están siendo tendidas incesantemente para atrapar las almas de los sacerdotes. Que el poder de Tu misericordia, oh Señor, destruya y haga fracasar lo que pueda empañar la santidad de los sacerdotes ya que Tú lo puedes todo. Amén.