Diario de Santa Faustina, 149; 5
(…) Más de una vez sufrí tantas y tan distintas persecuciones y tormentos, que la misma Madre M. me dijo: "En su camino, hermana, los sufrimientos brotan directamente de debajo de la tierra. Yo la miro, hermana, como si estuviera crucificada, pero he observado que Jesús de algún modo entra en esto. Sea fiel al Señor, hermana".