Diario de Santa Faustina, 163; 6
Ayúdame, oh Señor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras para que sepa hacer solo el bien a mi prójimo y cargue sobre mí las tareas más difíciles y penosas.
Diario de Santa Faustina, 163; 6
Ayúdame, oh Señor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras para que sepa hacer solo el bien a mi prójimo y cargue sobre mí las tareas más difíciles y penosas.
Diario de Santa Faustina, 163; 5
Ayúdame, oh Señor, a que mi lengua sea misericordiosa para que jamás hable negativamente de mis prójimos sino que tenga una palabra de consuelo y perdón para todos.
Diario de Santa Faustina, 163; 4
Ayúdame, oh Señor, a que mis oídos sean misericordiosos para que tome en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos.
Diario de Santa Faustina, 163; 3
Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo jamás recele o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarla.
DIARIO DE SANTA FAUSTINA, 163; 2
Deseo transformarme toda en Tu misericordia y ser un vivo reflejo de Ti, oh Señor. Que este más grande atributo de Dios, es decir su insondable misericordia, pase a través de mi corazón al prójimo.