Del Diario de Santa Faustina, 934
Pequeñas prácticas para la Cuaresma. No puedo ejercitarme en grandes mortificaciones, como antes, a pesar de mi ardiente anhelo y deseo, ya que estoy bajo un estricto control del médico, pero puedo ejercitarme en cosas más pequeñas: primero, dormir sin almohada, sentirme un poco hambrienta, rezar todos los días la coronilla que me ha ensenado el Señor, con los brazos en cruz, de vez en cuando rezar con los brazos en cruz durante un tiempo indeterminado y rezando una plegaria espontánea. La intención: para impetrar la Divina Misericordia por los pobres pecadores y a los sacerdotes el poder de suscitar el arrepentimiento de los corazones pecadores.