23 de octubre de 2025

 Del Diario de Santa Faustina, 1767

 

El Señor Jesús dijo a Santa Faustina: "Hija Mía, quiero enseñarte a salvar las almas con el sacrificio y la oración. Con la oración y el sacrificio salvarás más almas que un misionero sólo a través de predicas y sermones. Quiero ver en ti una ofrenda de amor vivo, ya que sólo entonces tiene el poder frente a Mí. (..) Por fuera tu sacrificio debe ser: escondido, silencioso, impregnado de amor, saturado de oración. Exijo de ti, hija Mía, que tu sacrificio sea puro y lleno de humildad para que pueda complacerme en él. No te escatimaré Mi gracia para que puedas cumplir lo que exijo de ti". 

 

 


22 de octubre de 2025

Del Diario de Santa Faustina, 930

 

Oh Jesús mío, cuando vaya a Tu casa y me colmes de Ti mismo, y esto será para mi la plenitud de la felicidad, no olvidaré la humanidad; deseo levantar las cortinas del cielo para que la tierra no dude de la Divina Misericordia. Mi descanso está en proclamar Tu misericordia.

 


 

 

 

21 de octubre de 2025

Del Diario de Santa Faustina, 705

 

Padezco sufrimientos en las manos, los pies y el costado, en los lugares que Jesús tenía traspasados. Experimento particularmente estos sufrimientos cuando me encuentro con un alma que no está en el estado de gracia; entonces rezo ardientemente que la Divina Misericordia envuelva a aquella alma.

 


 

20 de octubre de 2025

 Del Diario de Santa Faustina, 327

 

Cuando un alma exalta Mi bondad, entonces Satanás tiembla y huye al fondo mismo del infierno.

 

 


 

19 de octubre de 2025

Del Diario de Santa Faustina, 164

 

Fui donde estaba el Santísimo Sacramento y cuando me sumergí en una oración de gracias, oí en el alma estas palabras: (...) Siempre que quieras agradarme, habla al mundo de Mi gran e insondable misericordia

Ofrezco a los hombres un recipiente con el que han de venir a la Fuente de la Misericordia para recoger gracias. Ese recipiente es esta imagen con la firma: Jesús, en Ti confío.

 

 


18 de octubre de 2025

Del Diario de Santa Faustina, 378

 

Oh Jesús extendido sobre la cruz, te ruego concédeme la gracia de cumplir fielmente con la santísima voluntad de tu Padre en todas las cosas, siempre y en todo lugar. Y cuando esta voluntad me parezca pesada y difícil de cumplir, es entonces que te ruego, Jesús, que de tus heridas fluyan sobre mí fuerza y fortaleza y que mis labios repitan constantemente: hágase tu voluntad, Señor.