14 de octubre de 2025

Del Diario de Santa Faustina, 47

 

Vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido. Jesús me dijo: ‘Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma: Jesús, en Ti confío.

 

 


 

13 de octubre de 2025

Del Diario de Santa Faustina, 66

 

Tengo una gran veneración por San Miguel arcángel, él no tuvo ejemplos en el cumplimiento de la voluntad de Dios y, sin embargo, cumplió fielmente los deseos de Dios.

 

 


 

 

12 de octubre de 2025

Del Diario de Santa Faustina, 1684

 

Me relaciono a menudo con almas agonizantes impetrando para ellas la misericordia de Dios. Oh, qué grande es la bondad de Dios, más grande de lo que nosotros podemos comprender. Hay momentos y misterios de la Divina Misericordia de los cuales se asombran los cielos. Que callen nuestros juicios sobre las almas, porque la Divina Misericordia es admirable para con ellas.

 

 


 

 

11 de octubre de 2025

 Del Diario de Santa Faustina, 848

 

Por penitencia el Padre me hizo rezar la coronilla que me enseñó Jesús. Mientras rezaba la coronilla, de repente, oí una voz: "Oh, qué gracias más grandes concederé a las almas que recen esta coronilla; las entrañas de Mi misericordia se enternecen por quienes rezan esta coronilla. "

"Anota estas palabras, hija Mía, habla al mundo de Mi misericordia para que toda la humanidad conozca la infinita misericordia Mía. Es una señal de los últimos tiempos, después de ella vendrá el día de la justicia. Todavía queda tiempo, que recurran, pues, a la Fuente de Mi Misericordia, se beneficien de la Sangre y del Agua que brotó para ellos"

 


 

 

10 de octubre de 2025

Del Diario de Santa Faustina, 689

 

En una ocasión, vi el trono del Cordero de Dios y ante el trono a tres Santos: San Estanislao Kostka, San Andrés Bobola y el Príncipe Casimiro, que intercedían por Polonia. De repente, vi un gran libro que estaba ante el trono y se me permitió leerlo. El libro estaba escrito con sangre. Aun así, no pude leer nada más que el nombre: Jesús. Entonces oí una voz que me dijo: Todavía no ha llegado tu hora. Luego el libro me fue quitado, y oí estas palabras: Tú darás testimonio de Mi Infinita Misericordia. En este libro están escritos los nombres de las almas que han glorificado Mi Misericordia. Fui abrumada de alegría al ver tan grande bondad de Dios.