Del Diario de Santa Faustina, 1167
Satanás me confesó que soy el objeto de su odio. Me dijo: Mil almas me hacen menos daño que tú cuando hablas de la gran misericordia del Omnipotente. Los más grandes pecadores toman confianza y vuelven a Dios y yo - dice el espíritu maligno - pierdo todo, pero además me persigues con esta misericordia insondable del Omnipotente