Del Diario de Santa Faustina, 1426
«Oh Cristo, dame las almas. Envía sobre mi todo lo que quieras, pero a cambio, dame las almas».
Diario de Sta. Faustina Kowalska, 367
“Mi Corazón está colmado de gran misericordia para las almas (…) Oh, si pudieran comprender que Yo soy para ellas el mejor Padre, que para ellas de Mi Corazón ha brotado Sangre y Agua como de una fuente desbordante de misericordia; para ellas vivo en el tabernáculo; como Rey de Misericordia deseo colmar las almas de gracias, pero no quieren aceptarlas (…) Oh, qué grande es la indiferencia de las almas por tanta bondad, por tantas pruebas de amor (…) Tienen tiempo para todo, solamente no tienen tiempo para venir a Mí a tomar las gracias”
Del Diario de Santa Faustina, 1385
"Cuando llego a un corazón humano en la Santa Comunión, tengo las manos llenas de toda clase de gracias y deseo dárselas al alma, pero las almas ni siquiera Me prestan atención, Me dejan solo y se ocupan de otras cosas. Oh, qué triste es para Mí que las almas no reconozcan al Amor. Me tratan como una cosa muerta"
Del Diario de Santa Faustina, 1298
Muéstrame, oh Dios, Tu misericordia, Según la compasión del Corazón de Jesús.
Escucha mis suspiros y mis súplicas. Y las lágrimas de un corazón arrepentido.
Oh Dios omnipotente, siempre misericordioso, Tu compasión [es] siempre inagotable. Aunque mi miseria [es] grandísima como el mar, tengo plena confianza en la misericordia del Señor.
Oh Trinidad eterna, oh Dios siempre benigno, tu compasión [es] ilimitada, Por eso confío en el mar de misericordia y te siento, Señor, aunque me separa un velo.
Que la omnipotencia de Tu misericordia, oh Señor, sea glorificada en el mundo entero, que su culto no termine jamás, alma mía, propaga la Divina Misericordia con ardor.