Del Diario de Santa Faustina, 1298
Muéstrame, oh Dios,
Tu misericordia, Según la compasión del Corazón de Jesús.
Escucha mis suspiros
y mis súplicas. Y las lágrimas de un corazón arrepentido.
Oh Dios omnipotente,
siempre misericordioso, Tu compasión [es] siempre inagotable. Aunque mi miseria
[es] grandísima como el mar, tengo plena confianza en la misericordia del
Señor.
Oh Trinidad eterna,
oh Dios siempre benigno, tu compasión [es] ilimitada, Por eso confío en el mar
de misericordia y te siento, Señor, aunque me separa un velo.
Que la omnipotencia
de Tu misericordia, oh Señor, sea glorificada en el mundo entero, que su culto
no termine jamás, alma mía, propaga la Divina Misericordia con ardor.