Del Diario Santa Faustina, 268
Entendí estas palabras en profundidad. Aquí no hay lugar para ninguna duda. Mi semejanza a Jesús debe realizarse a través del sufrimiento y de la humildad.
Del Diario de Santa Faustina, 2010
Santa Faustina: Te ruego ardientemente, Señor, que dejes reforzar mi fe para que en mi gris vida cotidiana no me guíe según la consideraciones humanas, sino según el espíritu. Oh, como todo atrae al hombre hacia la tierra, pero una fe viva mantiene el alma en una esfera más alta y al amor propio le asigna el lugar que le corresponde, es decir, el último.
Del Diario de Santa Faustina, 264
Santa Faustina: Jesús no me dejes sola (..). Tú sabes, Señor, lo débil que soy. Soy un abismo de miseria, soy la nada misma. Por eso ¿qué habría de extraño si me dejaras sola y yo cayera si me dejaras sola? (1489). Por eso Tú, oh Jesús, tienes que estar continuamente conmigo como la madre cerca de su niño débil, y aún más.