7 de agosto de 2024

Del Diario de Santa Faustina, 1803

 

«Nada me alejará de Tí porque todo es más pequeño que Tú».

 

 

 


 

 

6 de agosto de 2024

Del Diario de Santa Faustina, 161

 

Virgen y Madre a la vez tú eres bella como el sol, sin mancha alguna. Nada se puede comparar con la imagen de Tu alma. Tu belleza encantó el ojo del tres veces Santo y bajó del cielo, abandonando el trono de la sede eterna y tomó el cuerpo y la sangre de tu Corazón, durante nueve meses escondiéndose en el Corazón de la Virgen. Oh Madre, Virgen, nadie comprenderá, que el inmenso Dios se hace hombre, sólo por amor y por Su insondable misericordia, a través de Ti, oh Madre, viviremos con Él eternamente.

 


 

 

5 de agosto de 2024

Del Diario de Santa Faustina, 1182

 

 

“Hija mía, escribe que cuanto mayor es la miseria de un alma, mayor es su derecho a mi misericordia; (Exhorta) a todas las almas a confiar en el abismo insondable de Mi misericordia, porque quiero salvar a todos”.

 


 

 Del Diario de Santa Faustina, 72

 

Oh Jesús, recuerda Tu amarga Pasión y no permitas que se pierdan almas redimidas con tan Preciosa, Santísima Sangre Tuya. Oh Jesús, cuando considero el alto precio de Tu Sangre, me regocijo en su inmensidad porque una sola gota habría bastado para salvar a todos los pecadores. Aunque el pecado es un abismo de maldad e ingratitud, el precio pagado por nosotros jamás podrá ser igualado. Por lo tanto, haz que cada alma confíe en la Pasión del Señor y que ponga su esperanza en Su misericordia. Dios no le negara su misericordia a nadie. El cielo y la tierra podrán cambiar, pero jamás se agotará la misericordia de Dios. ¡Oh, que alegría arde en mi corazón, cuando contemplo Tu bondad inconcebible, oh Jesús mío! Deseo traer a todos los pecadores a Tus pies para que glorifiquen Tu misericordia por los siglos de los siglos.

 


4 de agosto de 2024

Del Diario de Santa Faustina, 208

 

«Oh ustedes, pequeños, insignificantes sacrificios cotidianos, son para mí como las flores del campo con las cuales cubro los pies del amado Jesús. A veces, yo comparo estas pequeñeces con las virtudes heroicas, porque para su incesante continuidad exigen heroísmo».

 


3 de agosto de 2024

Del Diario de Santa Faustina, 1275

 

"Soy más generoso con los pecadores que con los justos. Por los pecadores he venido a la tierra; por ellos he derramado mi Sangre. Que no tengan miedo de acercárseme, nadie tiene como ellos tanta necesidad de mi Misericordia”.

 

 


 

2 de agosto de 2024

Del Diario de Santa Faustina, 1488

 


- Jesús: Me son agradables tus esfuerzos, oh alma que tiendes a la perfección. Pero ¿por qué tan frecuentemente te veo triste y abatida? Dime, niña Mía, ¿qué significa esta tristeza y cuál es su causa?

- El alma: Señor, mi tristeza se debe a que a pesar de mis sinceros propósitos caigo continuamente y siempre en los mismos errores. Hago los propósitos por la mañana y por la noche veo cuánto me he desviado de ellos.
- Jesús: Ves, niña Mía, lo que eres por ti misma, y la causa de tus caídas está en que cuentas demasiado contigo misma y te apoyas muy poco en Mi. Pero esto no debe entristecerte demasiado; estás tratando con el Dios de la Misericordia, tu miseria no la agotará, además no he limitado el número de perdones.

 

1 de agosto de 2024

Del Diario de Santa Faustina, 1747

 

Oh Dios que con una sola palabra habrías podido salvar miles de mundos, un suspiro de Jesús habría satisfecho Tu justicia. Pero Tu, oh Jesús. Te entregaste por nosotros a tan asombrosa pasión únicamente por amor. La justicia de Tu Padre habría sido expiada con un solo suspiro Tuyo y todos Tus anonadamientos son exclusivamente actos de Tu misericordia y Tu amor inconcebible. Tú, oh Señor, partiendo de esta tierra deseaste quedarte con nosotros y Tú dejaste a Ti Mismo en el Sacramento del Altar y nos abriste de par en par Tu misericordia. 

 No hay miseria que te pueda agotar; llamaste a todos a esta fuente de amor, a este manantial de piedad divina.

 


 

 

 

31 de julio de 2024

Del Diario de Santa Faustina, 245

 

Oh Jesús mío, ahora procuraré el honor y la gloria de Tu Nombre, luchando hasta el día en que Tú Mismo me digas: Basta. A cada alma que me has confiado, oh Jesús, procuraré ayudarla con la oración y el sacrificio, para que Tu gracia pueda obrar en ella.

 


 

 

 

30 de julio de 2024

Del Diario de Santa Faustina, 1747

 

Oh Dios que con una sola palabra habrías podido salvar miles de mundos, un suspiro de Jesús habría satisfecho Tu justicia. Pero Tu, oh Jesús. Te entregaste por nosotros a tan asombrosa pasión únicamente por amor. La justicia de Tu Padre habría sido expiada con un solo suspiro Tuyo y todos Tus anonadamientos son exclusivamente actos de Tu misericordia y Tu amor inconcebible. Tú, oh Señor, partiendo de esta tierra deseaste quedarte con nosotros y Tú dejaste a Ti Mismo en el Sacramento del Altar y nos abriste de par en par Tu misericordia. 

 No hay miseria que te pueda agotar; llamaste a todos a esta fuente de amor, a este manantial de piedad divina.

 


 

 

 

29 de julio de 2024

Del Diario de Santa Faustina, 1520

 

"He abierto Mi Corazón como una Fuente viva de Misericordia. Que todas las almas tomen vida de ella. Que se acerquen con gran confianza a este mar de misericordia. Los pecadores obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el bien".

 


 

 

 

28 de julio de 2024

Del Diario de Santa Faustina, 72

 

Jesús, Verdad Eterna, Vida nuestra, Te suplico e imploro Tu misericordia para los pobres pecadores. Oh Sacratísimo Corazón, Fuente de Misericordia de donde brotan rayos de gracias inconcebibles sobre toda la raza humana. Te pido luz para los pobres pecadores.

 

 


 

 

 

27 de julio de 2024

Del Diario de Santa Faustina, 1572

 

Cuántas veces oigas el reloj dando las tres, sumérgete totalmente en Mi misericordia, adorándola y glorificándola; suplica su omnipotencia para el mundo entero y especialmente para los pobres pecadores, ya que en ese momento se abrió de par en par para cada alma.

 

 



 

26 de julio de 2024

Del Diario de Santa Faustina, 686

 

"Septiembre. El primer viernes. Por la noche vi a la Santísima Virgen con el pecho descubierto, traspasado por una espada. Lloraba lágrimas ardientes y nos protegía de un tremendo castigo de Dios. Dios quiere infligirnos un terrible castigo, pero no puede porque la Santísima Virgen nos protege. Un miedo tremendo atravesó mi alma, ruego sin cesar por Polonia, por mi querida Polonia que es tan poco agradecida a la Santísima Virgen. Si no hubiera estado la Santísima Virgen, para muy poco habrían servido nuestros esfuerzos. Multipliqué mi empeño en las plegarias y sacrificios por mi querida patria, pero veía que era una gota frente a una oleada del mal. ¿Cómo una gota puede detener una oleada? Oh, si, una gota por si sola es nada, pero Contigo, Jesús, con valor haré frente a toda la oleada del mal e incluso al infierno entero. Tu omnipotencia puede todo."

 

 


 

 

 

25 de julio de 2024

Del Diario de Santa Faustina, 156

 

Una vez deseaba mucho acercarme a la Santa Comunión, pero tenia cierta duda y no me acerqué. Sufrí terriblemente a causa de ello. Me parecía que el corazón se me reventaría del dolor. Cuando me dedique a mis tareas, con el corazón lleno de amargura, de repente Jesús, se puso a mi lado y me dijo: Hija Mía, no dejes la Santa Comunión, a no ser que sepas bien de haber caído gravemente, fuera de esto no te detengan ningunas dudas en unirte a Mi en Mi misterio de amor. Tus pequeños defectos desaparecerán en Mi amor como una pajita arrojada a un gran fuego. Debes saber que Me entristeces mucho, cuando no Me recibes en la Santa Comunión.

 

 


 

 

 

24 de julio de 2024

Del Diario de Santa Faustina, 119

 

“El alma sin gustar la dulzura del silencio interior, es un espíritu inquieto y perturba este silencio en los demás. Vi a muchas almas en los abismos infernales por no haber observado el silencio. Ellas mismas me lo dijeron cuando les pregunté cuál había sido la causa de su ruina. Eran almas consagradas».

 


 

 

 

23 de julio de 2024

 Del Diario de Santa Faustina, 276

 

        «Desde el momento en que empecé a amar el sufrimiento, este mismo dejó de ser sufrimiento para mí. El sufrimiento es el alimento continuo de mi alma»