Del Diario de Santa
Faustina, 522
Cantaré eternamente la misericordia del Señor
Delante de todo el pueblo,
Ya que este es el mayor atributo de Dios,
Y para nosotros un milagro contínuo.
Brotas de la Divina Trinidad,
Pero de un único seno amoroso;
La misericordia del Señor aparecerá en el alma
En toda su plenitud, cuando caiga el velo.
De la fuente de Tu misericordia, oh Señor,
Fluyen toda felicidad y toda vida;
Y así, todas las criaturas y todas las cosas
Cantad con éxtasis el himno de la misericordia.
Las entrañas de la Divina Misericordia abiertas para nosotros,
Por la vida de Jesús extendida en la cruz;
No deberías dudar ni desesperar, oh pecador,
Sino confiar en la misericordia,
Porque también tú puedes ser santo.
Dos manantiales brotaron en forma de rayos
Del Corazón de Jesús,
No para los ángeles, ni querubines ni serafines, Sino para salvar
al hombre pecador.