De Diario de Santa Faustina, 161
Oh Madre, virgen, nadie comprenderá,
que el inmenso dios se hace hombre,
sólo por amor y por su insondable misericordia,
a través de ti, oh madre, viviremos con él eternamente.
Diario de Santa Faustina 115; 1
El alma, al salir de aquellos tormentos, es profundamente humilde. La pureza de su alma es grande. Sin reflexionar, en cierto modo, ella sabe mejor lo que conviene hacer en un momento determinado y lo que conviene abandonar. Siente el más delicado toque de la gracia y es muy fiel a Dios. (…)
Diario de Santa Faustina Kowalska, 1779
′′Hija Mía, tres virtudes te adornan de forma particular: la humildad, la pureza de intención y el amor. No hagas nada más que lo que exijo de ti y acepta todo lo que te da mi mano. Procuraduría de vivir en el recolector, para que pueda oír mi voz; ella es tan sumida que solo pueden oírla las almas que viven en el recolección...".
Del Diario de Santa Faustina, 303
Cuando sufrimos mucho, tenemos una gran oportunidad de demostrarle a Dios que lo amamos, mientras cuando sufrimos poco, tenemos poca posibilidad de demostrar a Dios nuestro amor y cuando no sufrimos nada, entonces nuestro amor no es grande ni puro. Con la gracia de Dios podemos llegar [al punto] en que el sufrimiento se transformará para nosotros en gozo, puesto que el amor sabe hacer tales cosas en las almas puras.