Del Diario de Santa Faustina Kowalska, 953
Oh, qué gran veneración tengo para los sacerdotes! Y ruego a Jesús, Sumo Sacerdote, que les dé muchas gracias.
Del Diario de Santa Faustina Kowalska, 1037
Me veo tan débil que, si no fuera por la santa comunión, caería continuamente. Una sola cosa me apoya, y es la santa comunión. De ella saco la fuerza, en ella está mi apoyo. En los días que no recibo la santa comunión, la vida me asusta; me temo a mí misma. Jesús escondido en la ostia es todo para mí. Del tabernáculo saco fuerza, vigor, coraje, luz; allí en momentos de angustia busco alivio. No sabría darle gloria a Dios, si no tuviera en el corazón la Eucaristía.
Del Diario de Santa Faustina Kowalska, 180
′′El momento más solemne de mi vida es cuando recibo la santa comunión. Por cada santa comunión siento un gran deseo y por cada santa comunión doy gracias a la santísima trinidad. Los ángeles, si pudieran sentir envidia, nos envidiarían dos cosas: la primera - el hecho de que podamos recibir la santa comunión; la segunda - el sufrimiento′′.