Del Diario de Santa Faustina Kowalska 1286
Te estoy agradecida,
oh Dios, por todas las gracias
De la que me colmas todo el tiempo,
Que me iluminan, como los rayos del sol,
Y con las que me indicas el camino seguro.
Del Diario de Santa Faustina, 299
Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi misericordia cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza. Estos rayos protegen a las almas de la indignación de Mi Padre. Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzara la justa mano de Dios.