Dios mío, derrama tu paz en todas mis relaciones con otras personas, para que reine el amor y nunca el rencor.
Dios mío, derrama tu paz en todas mis relaciones con otras personas, para que reine el amor y nunca el rencor.
La paz les dejo, mi paz les doy;
pero yo no se la doy como la da el mundo, dice el Señor. Aleluya.
Jesús, que sepa descubrir tu voluntad y pueda seguirla,
confiando en tu gracia y misericordia.
Diario de Santa Faustina, 167; 1
Hoy (noviembre de 1932) llegué a Varsovia para la tercera probación. Tras un cordial saludo con las queridas Madres, entré un momento en la pequeña capilla. La presencia de Dios inundó mi alma y oí estas palabras: "hija Mía, deseo que tu corazón sea formado a semejanza de Mi Corazón misericordioso. Debes ser impregnada completamente de Mi misericordia". (…)
DIVINA MISERICORDIA
Oh Dios de esperanza:
Tú nos has dado a Jesús tu Hijo
como compañero de camino
para ayudarnos a entender
las cosas viejas y familiares
con un corazón nuevo y joven,
y para renovarnos a nosotros mismos
y así transformar el mundo.
Que él nos siga estimulando
cuando tratamos de transigir y no cambiar,
simplemente metiendo patachos a lo viejo, aquí y allá,
Que él también refrene nuestra impaciencia
cuando intentamos acelerar a la gente
más allá de su capacidad de cambio y crecimiento.
Llévanos siempre hacia delante
por medio de nuestro guía en quien plenamente confiamos,
Jesucristo nuestro Señor.
DEL DIARIO DE SANTA FAUSTINA, 841
Oh Creador mío, Te añoro. Tú me comprendes, oh Señor mío. Todo lo que [hay] en la tierra me parece una sombra pálida; yo Te anhelo y deseo. Aunque haces por mi muchísimas cosas inconcebibles porque Tu Mismo me visitas de modo singular, sin embargo estas visitas no cicatrizan la herida del corazón, sino que me incitan a una mayor nostalgia por Ti, Señor. Oh. Llévame a donde estas, Señor, si ésta es Tu voluntad. Tú sabes que estoy muriendo y estoy muriendo por añorarte, pero no puedo morir. Oh muerte, ¿dónde estás? Me atraes al abismo de Tu Divinidad y Te escondes detrás de las tinieblas. Todo mi ser está sumergido en Ti, sin embargo yo deseo contemplarte cara a cara. ¿Cuándo sucederá esto para mí?