20 de abril de 2021

Diario de Santa Faustina, 167; 4

 

 (…) Me puse a pensar en cómo sucedería eso. Pero en un solo instante dejé de pensarlo, dedicando ese momento a la oración, pidiendo al Espíritu Santo que me diera la luz para conocer toda la miseria que soy. Y después de un instante salí de la capilla a mis deberes. (…)

 

 


18 de abril de 2021

Diario de Santa Faustina,  171

 

Lucha por mantener el silencio: como sucede normalmente, a los ejercicios espirituales vienen hermanas de varias casas. Una de las hermanas que yo no había visto desde hacía mucho tiempo, vino a mi celda y dijo que tenía algo que decirme. No le contesté nada y ella se dio cuenta de que yo no quería romper el silencio. Me contestó: "No sabía, hermana, que usted fuera tan rara", y se fue. Entendí que esa persona no tenía otro interés hacía mí que el de satisfacer su curioso amor propio. Oh Dios, mantenme en la fidelidad.

 

 


 

17 de abril de 2021

Diario de Santa Faustina, 170

 

Primer día de los ejercicios espirituales. Por la mañana procuré ser la primera en llegar a la capilla, antes de la meditación tuve todavía un momento para la oración al Espíritu Santo y a la Santísima Madre. Pedí ardientemente a la Virgen que me obtuviera la gracia de ser fiel a esas inspiraciones interiores y que yo cumpliera fielmente toda la voluntad de Dios. Inicié esos ejercicios con un ánimo muy especial.

 


 

 

16 de abril de 2021

“SÚPLICAS DE SANTA FAUSTINA A NUESTRO SEÑOR”

 

Oh Jesús, mi dulce Huésped, por Ti estoy dispuesta a todos los sacrificios. Sin embargo, Tú sabes que soy la debilidad misma, pero Contigo lo puedo todo. Oh Jesús mío, Te ruego: quédate conmigo en cada momento.

 


 

15 de abril de 2021

Diario de Santa Faustina, 169; 3

 (…) (Jesús continuó) "Durante esos ejercicios espirituales observa un silencio tan riguroso como si en tu alrededor no existiera nada. Hablarás solamente Conmigo y con el confesor, a las Superioras les pedirás solamente penitencias". Me alegré muchísimo de que el Señor Jesús me hubiera mostrado tanta benevolencia y de que se hubiera humillado hacia mí.